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Martin: «Mi sueño sería poder volar»

Seguimos con el esfuerzo en la Escuela de Pilotos de Ultraligeros por conseguir dar una de las mayores alegrías a nuestros pilotos como es la SUELTA. Esta semana ha sido nuestro alumno Martín quien ha experimentado el subidón de volar solo solito por primera vez.


Lleva queriendo volar desde su infancia. En el colegio les preguntaban ¿cuál sería su sueño? Y él ya entonces lo tenía claro: «Poder volar». Mientras el resto de los alumnos de su clase todavía estaban en la faceta de conocer personajes famosos, él ya tenía claro que quería estar por encima de la tierra.

Durante mucho tiempo tuvo este sueño en standby, hasta que un amigo que intentó sacarse la licencia y no pudo, fue el que le dio pie para decidirse a hacer su sueño realidad. El, como elige hacer más de un alumno, decidió combinar el estudio teórico con las clases prácticas, para poder ir asimilando mejor los conceptos. El examen teórico, que superó sin problemas, le pareció bastante asequible dedicando al estudio un tiempo razonable todos los días durante un par de meses.

Martín nos declaraba que el hecho de estar solo ahí arriba te permite pensar diferente a como lo haces abajo con los pies en la tierra y para bien. Es más una sensación de paz. Es tener como una perspectiva distinta de la vida en general. Estar encima de la tierra es algo necesario para todos y para poder abstraerte de la mundanidad y del día a día, que nos tiene a todos tan enfocados en la rutina y en las formas de reaccionar ante todos los eventos y creo que el estar arriba te permite una visión panorámica no sólo porque ves panorámicamente la tierra sino por el hecho de que relativizas todo mucho más. Básicamente, quitarle importancia a las cosas que nos parecen más importantes y que puede que no lo sean tanto.

Aterrizaje de Martin en el día de su suelta

En general nos contaba que le encantaba cada una de las facetas del volar. al principio, lo haces todo un poquito artificial, siguiendo lo que el instructor te va contando para ejecutar cada una de las maniobras, pero con el tiempo pasas a integrar todos los movimientos de forma mucho más intuitiva, y eso te genera una sensación de lo más placentera.

Una de las maniobras que más le fascinó fue las G’s negativas y la sensación de estar como flotando. Y la que más complicada le parece es la pérdida en viraje.

Hoy, celebramos su suelta, uno de los hitos más importantes en la formación de un piloto. Como él nos contaba, cuando su instructor Adrián le dijo «Para, que me bajo del avión», el corazón se le disparó. Se puso tenso por dentro y emocionado, a la vez, porque iba a tener la oportunidad de volar solo por primera vez sin su instructor al lado. Se mezclan una serie de sensaciones que una vez realizado el primer aterrizaje, todos los nervios desaparecen para transformarse en disfrute de cada momento ahí arriba. Eso sí, sabiendo que Adrián estaba ahí, en la radio.