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Travesías en la Escuela de Ultraligeros

Uno de los pasos más divertidos y emocionantes en el aprendizaje para ser piloto suele ser la suelta y la travesía.

La suelta supone, como ya hemos ido viendo en noticias anteriores, en dejar al piloto que lleve el ultraligero SOLO sin ayuda del instructor el cual se mantiene siempre en escucha en radio por prevención y seguridad.

La travesía suele tener una parte importantísima de preparación, otra de comenzar a usar las técnicas de navegación aprendidas, y como final, de aterrizaje en un campo de vuelo distinto al habitual.

En la Escuela de Ultraligeros se suelen hacer travesías a Vinaroz, Ulldecona y Olocau, tres campos muy distintos, de asfalto, tierra y hierba con sus diferentes tamaños y orientaciones de pista.

Para preparar la travesía hay que tener en cuenta las comunicaciones ya sea por los lugares que pasamos, el campo y los puntos de notificación.

Por otro lado, hay que prepararse el plan de vuelo, rumbos e intentar visualizarlos de alguna manera para que la travesía no tenga todo nuevo. Algunos de los alumnos utilizaron Air Navigation Pro, cartas de navegación, Sky Daemon o incluso el Google Earth o la simulación. Herramientas todas que pueden ayudar a una preparación más eficiente de la travesía y con ello, conseguir que sea menos nerviosa la situación al tener demasiadas cosas a las que estar atento.

Nuestros alumnos prepararon diferentes planes de vuelo y con la misma filosofía citada. Cada uno se sentía más familiarizado con un sistema u otro. Y además con el cálculo de combustible, que siempre es bueno tenerlo, porque nunca sabes qué puede pasar y tienes que tener claro a dónde llegas con el combustible, y es una práctica más para a futuro hacer travesías más largas, una vez obtenida la licencia.

El hecho de llegar a un campo de vuelo distinto del habitual al principio genera bastante incertidumbre y en muchos casos hay que recordar que las maniobras no se fuerzan y que el motor y al aire es una maniobra muy buena cuando no se tiene claro. A ambos alumnos les costó el aterrizaje en otros campos debido al cambio de referencias, virajes, flaps,..u otro tipo de circunstancias y alguno incluso probó a dar varias pasadas por el campo.

Otro chequeo más que importante en este tipo de práctica es la meteo ya que sueles ir a otros campos con meteos muy diferentes por cerca que estén y que hay que tener localizadas las dificultades por temas de altitud/presión, tormentas u otros efectos meteorológicos que no son a lo mejor tan previsibles como en un corto tramo de tiempo en nuestro campo de vuelo.

Las comunicaciones es un punto que en este momento por más que creamos que sabemos llevar, puede ocurrir temas imprevistos al estar acostumbrados como en otros puntos al uso de la radio sólo para comunicar con nuestro «controlador» habitual o por como es nuestro caso, estar en un campo que todos conocemos al de torre y nos lo hace más light.

La realidad es que es una práctica en la que de nuevo se nos activa a todos el chip de querer dar un paso más y obtener la licencia para poder volar en cuanto estemos preparados.

Recordatorio importante es que en el Aeródromo de Castellón se exige comunicar y quedará obtener la licencia y el título de radiofonista para poder volar.